El frío puede ingresar al cuerpo principalmente por las siguientes zonas:
- Cabeza y rostro
La cabeza es una de las zonas por donde más se pierde calor corporal, especialmente a través de la frente y las orejas. - Manos
Al estar frecuentemente expuestas, las manos son muy sensibles al frío. Es importante mantenerlas cubiertas con guantes. - Pies
Los pies también son vulnerables, ya que suelen estar en contacto con superficies frías. Usar calcetines térmicos o botas adecuadas ayuda a mantenerlos calientes. - Cuello
Una zona con gran circulación sanguínea. Si no está protegida, el frío puede bajar la temperatura corporal rápidamente. - Tórax y espalda
Aunque están cubiertos, si no se usa ropa adecuada, el frío puede penetrar y afectar los órganos vitales. - Piernas
Al igual que los pies, las piernas están en contacto constante con el entorno y requieren protección, especialmente en climas fríos.
- Abrígate bien
- Utiliza ropa térmica, bufandas, guantes y gorros para mantener el calor corporal.
- Consume bebidas calientes
- Toma infusiones, sopas o chocolate caliente para mantener tu cuerpo caliente.
- Evita corrientes de aire
- Cierra ventanas y puertas, y revisa que no haya fugas de aire en el hogar.
- Usa ropa de cama adecuada
- Coloca mantas térmicas o edredones gruesos para mantener el calor durante la noche. Es muy útil usar medias largas y gruesas para cubrir los pies, zona más vulnerable del cuerpo.
- Realiza actividad física
- Ejercitarse ayuda a mejorar la circulación y a generar calor corporal.
- Hidrátate adecuadamente
- Aunque no lo parezca, el frío puede deshidratar. Bebe suficiente agua durante el día.